sábado, 11 de junio de 2011

ADELGAZA MIENTRAS DUERMES

Las últimas horas del día y el tiempo que inviertes en dormir puedes convertirlas en un aliado para continuar con tu objetivo de perder peso. Sólo tienes que seguir unos pasos muy simples para aprovechar tu descanso diario al máximo ¡Felices sueños!

Dormir como un angelito()
¿Es una locura perder peso mientras dormimos? ¿Es imposible? Para nada. Ahora vas a descubrir que tiene recursos energéticos que no sabías que existían. Se despertará sintiéndote en forma para afrontar un nuevo día, y todo tu cuerpo se beneficiará.

La dieta de hibernación está basada en el sentido común, estas son sus ideas fundamentales:
  • Tu cerebro es un glotón que te exige constantemente una carga de energía.
  • Tu cerebro no puede almacenar energía.
  • La energía que utiliza la extrae en primer lugar de tu hígado.
  • Tu hígado sólo puede almacenar una pequeña cantidad de energía (unos 75 g cada vez).
  • Durante la noche, tu cuerpo necesita energía para la construcción de nuevas células que formarán los huesos, la piel, los músculos, y para el resto de tus funciones vitales.
  • La pituitaria es la glándula encargada de la recuperación espontánea. Controla la producción de hormonas y envía, cuando dormimos, mensajes para reestructurarnos.
  • Tu cuerpo tarda al menos cuatro horas cada noche en realizar este proceso agotador de mantenimiento, trabajando a través del hígado y realizando un desgaste de calorías.
  • ¿De dónde sacas estas calorías? De tus reservas de grasa y de ninguna otra parte.
Explicaremos cómo utilizar las cuatro primeras horas del sueño, o sueño de ondas lentas, porque durante la noche será cuando el cuerpo estará más ocupado trabajando con los sistemas de recuperación y obtendrás los siguientes beneficios:
  1. Los mecanismos de recuperación trabajarán mejor.
  2. Tu metabolismo acelerará el proceso quema-grasas.
  3. Reducirás la eliminación de hormona del estrés.
  4. Dormirás mejor.
Si durante la noche no has alimentado adecuadamente tu hígado eso ha producido una ola sísmica de hormonas del estrés mientras duermes ... Estos factores te llevarán a levantarte con sensación de deshidratación. Tu sistema de recuperación (tu glándula pituitaria) no habrá sido capaz de cumplir con su cometido de reconstrucción y habrás perdido masa ósea... En vez de quemar grasas y reparar tus músculos y huesos e impedir la producción de las hormonas del estrés (que son en realidad una energía negativa para tu equilibrio), tu cerebro ha estado quemando masa muscular y masa ósea durante la noche. Lejos de sentir descanso, relajación, tras tu sueño nocturno, parece que has corrido un maratón. Toma nota:
  • Dormir sin haber recargado el hígado es profundamente estresante para los humanos. La glucosa en la sangre baja, nuestras glándulas de adrenalina comienzan a generar hormonas peligrosas como la cortisona, nuestros músculos y huesos se degradan, y nuestra habilidad para luchar contra las infecciones se reduce. Nuestro estómago se ve atacado, las células de la memoria son seccionadas, la biología reproductora es agredida y la producción de la hormona de la reconstrucción se ve interrumpida.
¿Cómo funciona este gran milagro? Hay cinco pilares:
  1. La miel
  2. La comida saludable
  3. La hibernación
  4. Las hormonas
  5. Los ejercicios de resistencia o anaeróbicos.
Para nosotros, la miel es importante porque sus moléculas contienen a partes iguales glucosa y fructosa. Nuestro cerebro tiene acceso directo a esta gran fuente de energía vital que está en nuestro hígado. Es allí dónde la fructosa será almacenada en un principio, siendo esta la única manera que tiene nuestro cerebro de recogerla.

Somos lo que comemos, por tanto, ingerir pan, hamburguesas, patatas, jarras de cerveza, golosinas o café, etc. son hábitos que nos harán engordar o acumular grasas. El pan integral, la fruta fresca, las verduras, gran cantidad de agua, carne, pescado y pollo sin aditivos, nos ayudarán a estar en forma, saludables y rebosantes de vitalidad
  • Para realizar una dieta saludable no debemos excluir ningún alimento. Se trata de conseguir un equilibrio en nuestro abanico de alimentos para proporcionarnos los nutrientes necesarios sin sobrecargar nuestros sistemas con aditivos innecesarios.
  • En tu despensa, asegúrate de tener siempre un tarro de miel; eso es crucial. Trata de evitar utilizar el azúcar blanca. Productos como la levadura son útiles como fuente enriquecedora de la esencial vitamina B. Las nueces o frutos secos y las legumbres son un buen complemento para tu alimentación. Un buen aceite de oliva un rico en omega 3 será fundamental y el de sésamo, es bueno y nutritivo siempre y cuando se haya almacenado en un sitio fresco y oscuro para que conserve sus propiedades. La pasta y el arroz son fundamentales para tu despensa, pero intenta utilizar variedades integrales. Lo integral es mejor.
  • Si cueces demasiado las verduras, cocinas en exceso el pescado o pollo, estás destruyendo gran parte de sus valores nutricionales... Por supuesto, puedes añadir hierbas, pimienta y especias a tus platos, pero no te pases con la sal. Limpia bien la carne y el pollo y no dejes nada de grasa (puedes quitarla en el plato). No cocines la carne o el pescado en exceso.
  • Bebe mucha agua. Esto hará que tu sistema siga fluyendo, te ayudará en tu proceso de digestión y evitará que sufras ataques de hambre... Deberías consumir 2 litros al día, sin contar con el té o café.
  • No salgas de casa sin haber tomado un buen desayuno. Necesitas cargar el hígado de fructosa y glucosa. No perderás peso más rápido por pasar hambre durante la mañana... Tus niveles de glucosa en la sangre serán muy bajos, lo que te pondrá en peligro ya que eso puede provocarte dolor de cabeza...
  • La cena deberá ser rica en nutrientes vitales y deberá contener gran cantidad de fruta fresca y verduras, pero no deberá dejar que la sensación de pesadez en el estómago. Ten cuidado con las porciones e intenta darte un paseíto o realizar algunos ejercicios de resistencia un par de horas después de la ingesta.

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