viernes, 25 de noviembre de 2011

SÍNDROME DE BURNOUT (o DESGASTE PROFESIONAL)

1. DEFINICIÓN DE BURNOUT

Si bien no existe una definición unánimemente aceptada del Desgaste Profesional o burnout, si existe consenso en considerarlo como una respuesta al estrés laboral crónico con connotaciones negativas para el individuo y organización que lo padece. Una de las definiciones más utilizadas para describir el “Burnout” es la de Maslach y Jackson mediante el cuestionario “Maslach Burnout Inventory” (MBI) que caracteriza al síndrome por agotamiento emocional o pérdida de recursos emocionales para enfrentarse al trabajo, despersonalización o desarrollo de actitudes negativas, de insensibilidad y cinismo hacia los receptores del servicio prestado y falta de realización personal, o tendencia a evaluar el propio trabajo de forma negativa, con sentimientos y apreciaciones de baja autoestima profesional. Los tres factores del síndrome se presentan con mayor claridad en profesionales que trabajan en labores asistenciales con personas.

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES
  •  Aparece de forma continua y fluctuante en el tiempo. Se debe tener en cuenta que la intensidad del síndrome puede variar en la misma persona en función del momento y la circunstancia.
  • Negación: Las personas que padecen este síndrome suelen tener tendencia a negarlo porque en ocasiones puede ser interpretado como una experiencia de fracaso profesional y personal. Los compañeros son los primeros que lo notan y esto es muy importante para un diagnóstico precoz.
  • Fase irreversible: entre el 5 y el 10% de los casos el síndrome resulta irreversible y actualmente la única solución es la retirada de los cuidados asistenciales. En relación a este punto es importante realizar un diagnóstico precoz y un adecuado programa preventivo que pueda evitar esta situación de irreversibilidad.

3. FACTORES DESENCADENANTES

Dentro de las principales causas del síndrome de “burnout”, citamos las siguientes:
  • Edad: Parece existir un periodo donde el profesional es más vulnerable al “burnout” y coincide con los primeros años de la carrera profesional, debido a que en este periodo se produce la transición en las expectativas idealistas del profesional, dándose una situación donde las recompensas personales, profesionales y económicas, no son las esperadas.
  • Sexo: Parece existir una mayor vulnerabilidad en las mujeres, en este caso, por la doble carga de trabajo que conlleva la práctica profesional y las tareas familiares.
  • Estado Civil: Parece no existir un acuerdo claro en afirmar que las personas que no tienen pareja tienen más facilidad para tener “burnout”. Es posible que las personas solteras tengan más cansancio emocional, menor realización personal y mayor despersonalización que aquellas que están casadas o conviven con una pareja estable.
  • Apoyo social: Parece evidenciarse que aquellas personas con mayor apoyo social muestran una tendencia menor a tener “burnout” debido fundamentalmente al papel moderador de esta variable en los niveles de estrés.
  • Relación esfuerzos-recompensas: En cuanto a otro aspecto de las relaciones sociales, el balance de los esfuerzos realizados en el trabajo y las recompensas obtenidas parecen condicionar la probabilidad de aparición de situaciones de estrés y manifestaciones de “burnout”.
  • Turnicidad Laboral: No existe unanimidad en considerar que la falta de horarios laborares fijos así como las guardias y desempeño laboral en horario de noche, parece favorecer el desarrollo de este síndrome.
  • Antigüedad Profesional: No existe un acuerdo claro en considerar a partir de qué años de antigüedad existe mayor vulnerabilidad a padecer este síndrome Parece evidenciarse una ligera tendencia a establecer dos periodos favorecedores en el desarrollo del “burnout”: los dos primeros años de carrera profesional y profesionales con más de 10 años de antigüedad.
  • Sobrecarga Laboral: En este caso si parece existir una relación significativa entre sobrecarga laboral y el “burnout”, ya que esta situación produciría una disminución en la calidad asistencial, favorecedora de un mayor estrés y situaciones de mayor tensión profesional.
  • Malas relaciones profesional-paciente e interprofesional: Efectivamente la "mala  comunicación" que se puede crear dentro de un contexto laboral puede influir en gran medida y más aún con el paso del tiempo, en el desarrollo de una situación de “quemado/a” entre los profesionales que forman parte de un determinado equipo o “familia” profesional.

Respecto a este último punto conviene reparar en que son cada vez más las profesiones donde se desarrollan conductas disfuncionales entre los miembros que pertenecen al mismo entorno laboral, así como entre el profesional y el usuario, el cual impone demandas, tareas y habilidades específicas.

El trabajo y la relación profesional con pacientes que padecen enfermedades agudas y crónicas, puede favorecer en los profesionales que trabajan en labores asistenciales, la continua confrontación con numerosas situaciones estresantes y de difícil solución. En este sentido, se pueden establecer relaciones disfuncionales entre el paciente y el profesional que conllevan, en no pocas ocasiones, situaciones de estrés asistencial. Esta situación, a su vez, puede favorecer un desempeño profesional inadecuado.

El estudio de las profesiones asistenciales y, de modo muy particular las profesiones de la salud, han revelado que la mala comunicación entre miembros que forman parte del mismo equipo multi/interdisciplinar, la falta de una relación cordial entre usuario-sanitario y las altas demandas del trabajo, generan no sólo un cuadro general de tensión emocional que tiende a generar malestar subjetivo y a expresarse en síntomas somáticos; sino un síndrome que transcurre y se instala por etapas, generando una situación de estrés laboral crónico con connotaciones negativas para el individuo. Este conjunto de síntomas que padecen determinados profesionales se puede denominar "síndrome de Burnout".

jueves, 17 de noviembre de 2011

ALCOHOLISMO (II)

¿CÓMO TRATAR LA INTOXICACIÓN AGUDA?

En general, no suele requerir de cuidados médicos ni medicación, porque la buena  metabolización del alcohol no exige mayores atenciones. En ocasiones es necesario un abordaje más activo, sobre todo cuando existe una disminución del nivel de conciencia, agitación psicomotriz, incoherencia o conductas auto y heteroagresivas.

Para la sedación se recomienda el empleo de neurolépticos vía intramuscular (Haloperidol 5 mg o levomepromacina 25 mg) que se asociarán a medidas de control y soporte, siendo en muchas ocasiones precisa la contención mecánica. Estas dosis pueden repetir a los 30 minutos si el paciente continúa agitado.

Ante un paciente comatoso debe plantearse el diagnóstico toxicológico (las alcoholemias superiores a 4 grs. en adultos o 3 grs. en niños pueden ser mortales) y descartar la intoxicación por más de una sustancia, descartar patología neurológica e investigar posibles traumatismos, vigilar la hipoglucemia, la posibilidad de depresión respiratoria o aspiración, la hipotensión, la hipotermia, la acidosis y la hiperpotasemia. Nunca debería ser dado de alta un paciente con síntomas de intoxicación.


¿CÓMO TRATAR EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA?

La abstinencia alcohólica empieza tras unas horas después de la interrupción o la reducción del consumo alcohólico intenso y prolongado. Se instaura progresivamente un temblor grosero, de frecuencia rápida, que empeora con la actividad motora o el estrés, cuando el paciente extiende las manos o saca la lengua. Otros signos frecuentes son la presencia de sudoración, taquicardia, hipertensión, irritabilidad, nauseas, cefalea e insomnio. Los síntomas máximos ocurren entre las 24 y 48 horas después del último consumo de alcohol, y casi siempre desaparecen a los 7 días, incluso sin tratamiento, aunque pueden persistir alteraciones del humor y la presencia de insomnio.

Si no se actúa sobre este cuadro puede aparecer el delirium tremens en el que existe una marcada hiperactividad autónoma asociada a fenómenos alucinatorios vívidos (insectos o animales pequeños), terror y agitación intensa. Es frecuente la presencia de fiebre y de convulsiones. El delirium tremens es una urgencia médica que precisa derivación y tratamiento urgente.

En el tratamiento del síndrome de abstinencia es preciso la intervención precoz con fármacos sustitutivos, que presentan tolerancia cruzada con el alcohol. La dosis recomendable dependerá de la sintomatología y su grado de control.

ASPECTOS BÁSICOS A TENER EN CUENTA:
  • Todos los pacientes deben tratarse con 50 mgrs. de Tiamina intramuscular, que puede continuarse con 100 mgrs. diarios de Tiamina oral, 1 mg diario de Ácido fólico, ingesta de abundantes líquidos y consejo nutricional.
  • En casos muy leves puede no necesitarse más tratamiento, aunque es necesario hacer un seguimiento diario del paciente.
  • A la hora de prescribir fármacos debemos tener en cuenta, especialmente ante pacientes no conocidos, que es frecuente el consumo de múltiples sustancias.
  • Clordiacepóxido: 10-50 mgrs./  día/ en 3 tomas durante 6-7 días disminuyendo 5 mgrs./ día según evolución clínica en el tratamiento ambulatorio hasta un periodo de 20-30 días [A·]
  • Clometiazol se usa con frecuencia en el síndrome de abstinencia leve [C·]. Existen pocos estudios sobre él, tiene un menor margen de seguridad que las benzodiazepinas, se asocia a mayor riesgo de dependencia y no debe prescribirse nunca a pacientes que continúen bebiendo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

ALCOHOLISMO

¿DE QUÉ HABLAMOS?

Se ha definido como consumo excesivo aquella cantidad de alcohol que pueda comportar un RIESGO PARA LA SALUD. Las evidencias epidemiológicas sitúan el límite de riesgo en cifras equivalentes a 30-40 g/día para los varones y en 20-30 g/día para las mujeres. El PAPPS considera consumo peligroso o de riesgo cuando la ingesta semanal es superior a 280 grs. (28 U) en el varón ó 170 grs. (17 U) en la mujer. También se considera peligroso consumir 50 grs. (5 U) en 24 horas, una o más veces al mes. Alrededor del 10% de la población española padece algún tipo de trastorno relacionado con el alcohol, que provoca unas 20.000 muertes al año.
  • 1 Unidad: 1 vaso de vino, 1 cerveza
  • 2 Unidades: 1 vermut, 1 copa de licor
  • 3 Unidades: 1 copa de whisky



¿CÓMO DETECTAR EL PROBLEMA?

La identificación del consumidor en etapas precoces disminuye el riesgo de daño orgánico y posibilita que las modificaciones conductuales sean más fáciles de alcanzar y mantener. Es recomendable la exploración sistemática del consumo de alcohol en mayores de 14 años, cada 2 años, al abrir la historia clínica, al actualizarla y ante cualquier indicio de sospecha (PAPPS).

Las dos pruebas de cribaje más útiles para detectar el alcoholismo son el Michigan Alcoholism Screening Test (MAST) y el cuestionario CAGE. El MAST es un cuestionario de 25 preguntas con una sensibilidad del 90%. El CAGE está compuesto por cuatro preguntas. En este último una puntuación de 2 ó 3 indica un alto índice de sospecha de dependencia de alcohol, mientras que una puntuación de 4 es casi patognomónica de dependencia alcohólica.

En la identificación de los bebedores excesivos pueden emplearse también marcadores biológicos, aunque no está justificado utilizarlos de forma rutinaria. Entre ellos destacan por su sensibilidad y accesibilidad la elevación de la GGT, de la GOT y del VCM. La elevación de la GGT se normaliza a las seis semanas de abstinencia, por lo que es especialmente útil en el seguimiento. Puede estar alterada en otras hepatopatías, pancreatitis o tras la ingesta de fármacos. Últimamente se utiliza como nuevo marcador la CDT  (Transferrina deficiente en carbohidratos) que se incrementa tras consumos superiores a 50/80 grs. etanol/ día.




jueves, 10 de noviembre de 2011

LA IMPORTANCIA DE LA RELAJACIÓN


¿Puede el estrés contigo? ¿A pesar de no parar en todo el día no descansas ni duermes bien? ¿Tienes la mente bloqueada? Entonces lo que necesitas es encontrar un método de relajación que se adapte a ti. Uno de los más demandados es el Yoga, que consigue la relajación del cuerpo a través de la respiración y de posturas llamadas asanas. Otra técnica de relajación es el Método Pilates, un referente para el entrenamiento del cuerpo y de la mente y cuyo objetivo es mejorar la flexibilidad del cuerpo mediante teorías occidentales y orientales y la práctica de ejercicios. También puedes intentar lograr la relajación sin salir de casa escuchando música relajante, dándote una ducha de agua fría o dando un paseo de apenas diez minutos. Lo importante es dedicarnos un tiempo a nosotras mismas, saber desconectar del mundo que nos rodea, respirar profundamente y relajarnos. Ahora queremos saber tu opinión, ¿cómo te relajas tú? ¿Qué métodos has probado?

 Las personas, antiguamente estaban acostumbradas a una vida más tranquila, donde podían combinar sin problemas el trabajo, la familia, los amigos y el tiempo de esparcimiento. El trabajo, generalmente no era tan agotador y las distancias a recorrer eran más cortas y sin tráfico. Tenían tiempo para tomar sus alimentos con calma, dormían su siesta y se acostaban a buena hora. No tenían tantas distracciones en su vida cotidiana. Eran personas que realmente podían disfrutar de la vida más plenamente.
Actualmente, muchos vivimos en ciudades con un elevado grado de contaminación, donde el movimiento es vertiginoso, donde nadie se fija en nadie. Las personas vivimos como autómatas, nos agredimos unos a otros y nos vamos perdiendo dentro de un mundo hostil. Muchas veces perdemos el sentido de vida y nos mantenemos en un estado de estrés constante que redunda en nuestra salud física y mental.

Por lo tanto es imperioso aprender a relajarnos y regalarnos diariamente unos minutos para oxigenarnos, reparar nuestro sistema nervioso, mantener un mejor sentido del humor y ver la vida y sentirla más plenamente, con más conciencia. Es una verdad flagrante que nuestro cuerpo es el reflejo de nuestros pensamientos y emociones, tenemos que oxigenar nuestro cerebro para pensar con claridad y asertivamente. Si tienes mucho estrés y tensión, tu cuerpo lo reflejará tarde o temprano y tu mente se convertirá en un caos.

Desgraciadamente, las personas que necesitan más de la relajación, son aquellas que “no tienen tiempo”, que no se dan el derecho a hacerlo. Trabajan hasta que se desmoronan, pensando que la relajación es perder el tiempo y no se pueden dar ese lujo. Estas personas entran en un estado de estrés crónico, haciendo que su organismo pierda el equilibrio.

Por si fuera poco, además, el estrés reduce la capacidad de afrontar problemas, la energía se reduce, el sistema inmunológico baja y el envejecimiento se acelera.

La relajación es un ensanchamiento del campo de conciencia. Esto quiere decir que al estar tranquilos, nuestra visión sobre los acontecimientos se amplia,  generando más opciones. Aumenta nuestro nivel de conciencia.

Con la relajación podemos descansar de una manera más profunda, ayudándole a nuestro cuerpo para que no se desgaste prematuramente, y por lo tanto tendremos mejor salud física y mental, ya que seremos más resistentes a las enfermedades manteniendo a nuestro organismo en equilibrio. El estrés por el contrario nos puede provocar todo tipo de enfermedades reactivas.

La relajación nos da un aumento del nivel de energía, más vitalidad, mejor oxigenación que redunda en unas células mejor alimentadas que nos llevan a tener también una mejor capacidad de aprendizaje y rendimiento. Hace que tengamos un equilibrio en nuestra tensión arterial, que nuestro corazón trabaje mejor, nuestro sistema inmunológico se mantenga fuerte, y que todos nuestros sistemas funcionen bien. La relajación nos hará tener más resistencia frente a hábitos nocivos como son el fumar, beber alcohol en exceso, comer de más, y cualquier otra adicción, que “creemos” que nos va a ayudar a relajarnos, siendo que esto es el gran error de muchos, ya que nos convertimos en esclavos de ellas.

La mayoría de la gente ignora lo fácil que es relajarse, es solo tomar de 5 a 8  minutos de los 1440 min. que tiene un día para mantenernos sanos, en control de nuestras emociones y con mayor vitalidad.

A continuación, te propongo un ejercicio muy sencillo, que puedes realizar en cualquier momento cuando te sientas estresado, desesperado, angustiado, o simplemente realizarlo frecuentemente para mantenerte en un estado óptimo, hasta que se convierta en un buen hábito.

  1. Encuentra un lugar donde no seas interrumpido, puede ser el baño o tu cuarto
  2. Siéntate, cierra tus ojos, y empieza a respirar profundamente, inflando tu vientre al meter el aire y desinflándolo al sacarlo
  3. Da unas 4 respiraciones profundas, visualiza el chakra que se encuentra arriba en el centro de tu cabeza e imagina que se abre un orificio del tamaño de una tapa de refresco y que una luz azul entra por ahí en el momento que inhalas
  4. Esta luz entra con fuerza a tu cuerpo, llenándolo de este color de paz y vitalidad. Este proceso debes realizarlo rápidamente
  5.  Al llegar a tus pies, que deberán estar firmes en el suelo, observa como la tensión va saliendo con fuerza cada vez que exhalas, y entra en el suelo a través de tus pies
  6. Haz este proceso unas 5 veces o hasta que sientas que la presión ya salió de tu cuerpo, dejando solamente esta luz azul de paz y tranquilidad
  7. Abre tus ojos, incorpórate y frota tus manos para que generen energía
  8. Ya estás listo para funcionar asertivamente y sin estrés.
Este ejercicio es para una relajación rápida, efectiva y que te deja lleno de energía para seguir con tus ocupaciones diarias.

Este mismo ejercicio lo puedes realizar por las noches, antes de irte a la cama para relajarte, con la salvedad que no es necesario frotar las manos, pues ya te estás preparando para descansar y hay que bajar el nivel de energía para tener un sueño tranquilo y reparador.


Todo ello mientras escuchas buena música relajante …

 ¡Que nada ni nadie interrumpa tu paz interior!

viernes, 4 de noviembre de 2011

EFECTO ANTIDEPRESIVO DE LA CAFEÍNA

EFECTO ANTIDEPRESIVO DE LA CAFEÍNA

Las mujeres que toman más de cuatro tazas de café al día parecen tener un riesgo menor de sufrir una depresión que aquellas que no toman café o solo beben una taza al día. Estos resultados aparecen publicados en la revista Archives of Internal Medicine.

Los investigadores siguieron a casi 51.000 mujeres con una edad promedio de 63 años, ninguna de las cuales tenía depresión ni tomaba antidepresivos al inicio del estudio.

Las mujeres que bebían cuatro o más tazas de café al día mostraban una reducción del 20% en el riesgo de depresión, las que bebían de dos a tres tazas de café al día tenían una reducción del 15% frente las que bebían una taza o menos. El uso de café descafeinado no se asociaba con la depresión. La cafeína afecta la liberación de varios neurotransmisores, entre ellos dopamina y serotonina, que se han implicado en la regulación del estado de ánimo y en la depresión.