jueves, 7 de julio de 2011

"Un plato que se sirve frío", el día a día en la lucha contra la anorexia

La joven arnedana Verónica Lezana es la autora del libro 'Un plato que se sirve frío', que presentó ayer junto a la escritora Espido Freire y la presidenta de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, Gloria Martínez. Lezana es licenciada en Bellas Artes, por lo que se ha encargado también de la maquetación e ilustraciones del libro, aunque las imágenes son las que ella misma dibujaba para luchar contra la enfermedad.
«Cuando me diagnosticaron anorexia, mi mundo y el de todas las personas que tenía a mi alrededor, se nos vino encima. Hasta que no comprendí que la enfermedad que padecía era capaz de engañar a todos, pero sobre todo a mí misma, no pude empezar a luchar contra ella», afirma la autora. Así que cuando reconoció que padecía la enfermedad, comenzó a escribir los diferentes sentimientos, obsesiones y angustias que le absorbían cada día. Estas están exactamente plasmadas en su libro, que da una visión muy íntima y precisa de lo que padeció.
«Es como si la enfermedad fuese mi compañera de piso, que estaba en mi cabeza y la tenía que echar. La lucha para echarla, la hacía mientras escribía, así me empecé a dar cuenta de que mis pensamientos eran absurdos, pero que no podía dejar de tenerlos. Al escribir lo veía más claro», explicó Verónica. Todas sus anotaciones las compartía con su psicóloga, quien le animó a publicar el libro, y así poder ayudar a otras personas en la misma situación.
Pero centrarse en el trastorno de alimentación es quedarse en la superficie del problema. Como explicó Espido Freire, quien mostró su apoyo incondicional tanto a Lezana como a la asociación: «La comida no es el problema, es el síntoma. Y el cuerpo es el medio a través del cual se expresan una serie de problemas muy profundos. Se muestran a través de la angustia, de la ansiedad, de la melancolía, de la tristeza profunda. El enemigo no es el cuerpo, son las emociones».
La escritora argumentó alguno de los hechos que provocan estos conflictos: «Se ha considerado durante mucho tiempo que el cuerpo de la mujer se podía modificar a voluntad: operar, disminuir, encorsetar... Desde que se unificó y se popularizó la ropa confeccionada, ha sido el cuerpo de la mujer el que se tenía que adaptar a ella. Son pequeños cambios que implican reflexionar», dijo Espido Freire.

LAS FRASES

VERÓNICA LEZANA
«Al escribir me distanciaba un poco de mis pensamientos, y era capaz de diferenciarlos mejor»
ESPIDO FREIRE
«No hay un sólo culpable. Es una enfermedad multifactorial»