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CANCER DE COLON
¿Qué es el cáncer
de colon?
El colon es la parte del tubo digestivo existente
entre el intestino delgado y el recto en la que se produce la absorción de
líquidos del contenido intestinal y se forman las heces. El cáncer de colon es
actualmente un importante problema de salud pública en los países
desarrollados. Es el cuarto cáncer más frecuente en el mundo. En España, se
registran unos 19.000 casos nuevos cada año.
¿Cuáles son sus
causas?
Se trata de un cáncer cuya mortalidad e
incidencia es más alta en los países industrializados. Aproximadamente el 80%
de los casos son esporádicos, pero el 20% tiene una influencia genética, con
mayor riesgo familiar en los que es necesario un mayor seguimiento y control.
La edad es un factor de riesgo fundamental, con
un incremento brusco de la incidencia a partir de los 50 años. La presencia de
un familiar de primer grado que lo haya padecido duplica el riesgo, y lo
cuadriplica si el diagnóstico del cáncer se produjo antes de los 60 años de
edad. El aumento de la incidencia está muy relacionado con el estilo de vida en
los países industrializados.
Existen distintos factores de riesgo en relación
al cáncer de colón: el consumo de grasas y de carnes rojas, sobre todo en
conserva, embutidos o carnes preparadas; la obesidad, el tabaquismo y el
consumo elevado de alcohol, así como la diabetes asociada a la obesidad. Los
pacientes con enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa tienen mayor riesgo con
respecto a la población general, sobre todo, en la enfermedad de Crohn (riesgo
20 veces superior).
¿Qué síntomas
produce?
Los síntomas del cáncer de colon dependen de su
localización. Si se localiza en la zona final del colon o en el recto, próximo
al ano, tienden a estrechar el tubo intestinal y suelen producir síntomas
de obstrucción intestinal, alternando diarrea con estreñimiento, y produciendo
dolor abdominal de tipo cólico. Los cánceres en esta zona producen
sensación de ganas de defecar, y la presencia de sangre roja en las heces,
hemorragia, y heces en forma de cintas debidas a su paso por la zona de
obstrucción. Los cánceres del colon próximos al intestino delgado no suelen
producir síntomas intestinales, y se suelen manifestar por una anemia
debida a la pérdida crónica de sangre, y la subsiguiente fatiga,
disnea o palpitaciones.
En personas en los que el cáncer se ha mantenido
silente, sin síntomas durante mucho tiempo, puede presentarse con una
importante pérdida de peso y cansancio crónico, debido a las posibles metástasis,
o por infecciones secundarias de origen intestinal.
¿Cómo se
diagnostica?
La historia clínica, con la descripción de los
síntomas o la existencia de antecedentes familiares es siempre fundamental en
la sospecha de cáncer de colon. Entre las pruebas a realizar, la colonoscopia
es el método diagnóstico de elección; es la prueba más sensible y específica, y
permite obtener biopsias y realizar la resección de pólipos.
Otras pruebas son útiles en casos concretos, como
el enema con bario para estudiar zonas intestinales no accesibles por la
colonoscopia, o el TAC, que permite evaluar la presencia de metástasis o la
afectación de órganos vecinos y ganglios. También pueden ser necesarias la
radiografía, la resonancia nuclear magnética o la ecografía para facilitar la
identificación de metástasis en determinadas zonas.
El estudio de sangre oculta en la heces es una
prueba rápida, de primera línea, ante la sospecha diagnóstica de un posible
cáncer de colon, así como el estudio de marcadores tumorales en la sangre, que
tienen un valor pronóstico o permiten sospechar la persistencia del tumor tras
la intervención.
¿Cómo se trata?
El tratamiento quirúrgico, con la extirpación del
tumor, es el único tratamiento curativo. La extensión de la zona a extirpar,
depende del grado de avance o extensión del tumor, desde la extirpación de un
pólipo si el cáncer no invade todavía la mucosa intestinal, a la resección
quirúrgica de parte del colon. En tumores ya muy avanzados puede ser necesario
complementar el tratamiento quirúrgico con quimioterapia.
¿Cuál es su pronóstico, o como va a evolucionar después de su diagnóstico?
El principal factor pronóstico es el grado de
avance e invasión del tumor en el momento del diagnóstico. Otros factores
pronósticos son: el grado de afectación de los ganglios linfáticos, la
existencia o no de metástasis, y la obstrucción o perforación intestinal, entre
otros.
En el momento actual, el pronóstico de vida en
los pacientes con cáncer de colon es bueno, y con gran calidad de vida una vez
superada la intervención quirúrgica. La supervivencia a los 5 años en el
estadio I de invasión es del 90%, y en el estadio II de invasión, superior al
70%.
Recomendaciones
para prevenir el cáncer de colon
Teniendo en cuenta la asociación del cáncer de
colon con los hábitos de vida, como el sedentarismo, la obesidad, la ingesta
habitual de carnes rojas, o el tabaquismo, , las principales recomendaciones
para la prevención del cáncer en la población general son:
- Dieta rica en folatos (vegetales) y calcio (leche y derivados), y pobre en grasa y carnes rojas.
- Abandonar el consumo de tabaco y evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Realizar ejercicio físico regular.
En pacientes de riesgo medio, es decir mayores de
50 años y sin síntomas ni antecedentes familiares, de acuerdo con el criterio
de su médico, puede estar indicado realizar, según el caso:
- Sangre oculta en heces: 1 vez al año, y si el resultado es positivo, se debe realizar colonoscopia.
- Sigmoidoscopia flexible cada 5 años.
- Sangre oculta en heces con sigmoidoscopia flexible: sangre oculta en heces cada año y sigmoidoscopia cada 5 años, que en caso de coincidir se realiza primero la sangre oculta en heces.
- Colonoscopia cada 10 años.
- Enema con bario de doble contraste cada 5 años.
La recomendación de pruebas de cribado periódicas
en los pacientes con riesgo de cáncer colorrectal, depende del nivel de riesgo:
- Alto riesgo de cáncer colorectal, es decir, pacientes con familiar de primer grado con cáncer de colon o pólipos adenomatosos diagnosticados antes de los 60 años o padecimiento de cáncer de colon en varios familiares: se recomienda realizar el estudio con colonoscopia cada 5 años, comenzando a los 40 años.
- Pacientes con familiares de primer grado con cáncer colorrectal o adenoma diagnosticado a una edad mayor de 60 años, o familiares afectados en segundo y tercer grado: se recomienda realizar sangre oculta en heces anual o bianual, y sigmoidoscopia cada 5 años o colonoscopia cada 10 años.
- En los pacientes diagnosticados de poliposis familiar, cánceres colorectales hereditarios o con presencia de pólipos adenomatosos, deben de seguirse pautas de colonoscopia o sigmoidoscopia flexible con mayor frecuencia, y de inicio a edades tempranas.
Teniendo en cuenta la posibilidad de
recurrencias, especialmente en los dos primeros años, es necesario realizar un
cuidadoso seguimiento tras la extirpación del tumor.